Ha sido la primera mujer en presidir el Grupo INS en sus cien años de historia

Disciplina, formación y no ponerse límites, su fórmula personal para afrontar los retos profesionales

Es la nueva presidenta de La Alianza del Seguro 

Cuando era adolescente, Mónica Araya, se levantaba a las tres de la madrugada para entrenar en su especialidad deportiva, la natación. Durante el día asistía a la escuela y en los tiempos de recreo aprovechaba para hacer los deberes. Por la noche volvía a entrenar, hasta completar los 23.000 metros diarios que se había fijado como objetivo y después a dormir, para volver a empezar. Un ritmo que, durante muchos años, mantuvo siete días a la semana y que le llevó a ganar numerosos campeonatos individuales y con la selección de Costa Rica. Mónica Araya quería ser campeona de natación para obtener las becas que le permitieran estudiar en una universidad internacional Administración de Empresas. Lo logró.

Este pequeño retazo de la historia de una adolescente Mónica Araya explica muchos de los elementos del carácter y la forma de actuar de la Mónica Araya adulta, que desde el año 2022 es la primera mujer que preside el Grupo INS en sus cien años de historia. Una presidencia ejecutiva que supone gestionar a 6.800 personas, organizadas en diversas empresas, y administrar, sólo en la aseguradora, más de 1.200 millones de dólares en primas.

Mónica Araya en su época de nadadora

Mónica Araya es la más pequeña de cinco hermanos, “mi padre y mi madre no pudieron acabar el colegio, no disponían de recursos para que yo pudiera ir a la universidad y el deporte era mi única oportunidad, aunque, claro, tenía que ser muy buena. Mis padres eran muy exigentes -si no obtenía cien en todas las asignaturas, no me dejaban competir-, pero también muy colaboradores”.

La primera

Disciplina, formación y no ponerse límites son las tres premisas de Mónica Araya. Una forma de ser y de hacer que la han llevado a ser la primera mujer que presidió la Cámara de Exportadores de Costa Rica; la primera mujer en la presidencia de la Federación de Cámaras de Exportadores de Centro América y el Caribe; la primera mujer costarricense invitada al programa de líderes de la Casa Blanca y la primera presidenta del INS, que supone que también sea la primera mujer en presidir el Consejo Directivo del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Costa Rica, “en todos los casos me han ofrecido esas responsabilidades, yo no me he propuesto para ninguna de ellas. Mi carrera profesional, mi visión del trabajo en equipo para conseguir objetivos, el que me mueva bien en la negociación y la comunicación, han hecho que, en los tiempos correctos, asuma posiciones que rompen barreras. En todas ellas he ejercido un liderazgo duro porque soy muy exigente, con mi equipo, y conmigo misma. Me impongo metas, las trabajo con el equipo y hago seguimiento de todos los pasos para conseguirlas. Lograr resultados es muy importante para mí”.

“Las mujeres no venimos a quitarle el sitio a nadie, ni a competir con los hombres”

Aunque considera que las cuotas para promocionar a las mujeres han sido un elemento disruptivo que ha ayudado a visibilizarlas, “sólo sirven para momentos concretos. Las mujeres no venimos a quitarle el sitio a nadie, ni a competir con los hombres. El liderazgo femenino tiene un carácter más conciliador, buscamos la participación de todo el equipo, independientemente de la forma de pensar de cada uno. Además, no se trata de llenar un espacio sólo para estar. Tenemos que estar preparadas y debe existir una cultura social que valore lo que hacemos para que los cambios sean efectivos y se puedan romper los techos de cristal”.

Empresaria

Mónica Araya es propietaria de la empresa de consultoría empresarial Gorbar Internacional S. A. y asegura que nunca dejará del todo la esfera privada porque “soy empresaria por naturaleza y me gusta apoyar el emprendimiento”. No obstante, aceptó la propuesta del actual presidente, Rodrigo Chaves, para presidir el INS porque le convenció “lo que quería hacer por el país. Otros me habían propuesto ser incluso vicepresidenta del Gobierno, pero no acepté porque no compartía su proyecto. No se trata de estar por estar”. En ese sentido, también afirma que si Rodrigo Chaves la llamara para colaborar en otro sector también aceptaría.

En su concepto de empresa destaca que es necesario ser rentable, pero que los valores y el propósito, en el sector público y en el privado, forman parte de los resultados. Una visión humanista que la lleva a valorar como parte del capital financiero de cualquier empresa el capital humano que la compone.

Presidenta de La Alianza del Seguro

El pasado mes de noviembre, la dirección de La Alianza del Seguro le pidió que presidiera la organización a partir del 2024 “y acepté encantada porque es una oportunidad de hacer política, de promover cambios en un sector, como el asegurador, en el que aún tenemos retos importantes en temas de sostenibilidad y de participación.” Y es que Mónica Araya cree que es necesario influir en las administraciones para que se lleven a cabo políticas públicas en temas como la sostenibilidad, riesgos o educación financiera, “especialmente para que las personas, los pueblos y los países entiendan que es necesario limitar la deuda y que el seguro es la herramienta perfecta para gestionar los riesgos.”

En el sector asegurador el aporte social y medioambiental se ve muchas veces como una cosa de marca, pero, en realidad, es mucho más que eso, es una razón de ser.”

En su opinión La Alianza del Seguro está haciendo un gran trabajo en dos ámbitos muy importantes: la innovación tecnológica y en introducir en la valoración del capital financiero el peso específico del capital humano: “la Alianza del Seguro empuja al sector asegurador a superar sus miedos y nos hace ver que no superarlos nos puede llevar a desaparecer. También es magnífica su labor en la formación al presentar y buscar, más allá del sector, las mejores prácticas; pero empieza a ser necesario pasar de las preguntas, y de plantear cuáles son los retos, a la acción, a evaluar el impacto de los diálogos y los mensajes que se plantean en las cumbres. En el sector asegurador el aporte social y medioambiental se ve muchas veces como una cosa de marca, pero, en realidad, es mucho más que eso, es una razón de ser. El sector asegurador es muy conservador, y tiene su lógica, pero hay que asumir que el riesgo cero no existe, que no tomar una decisión es un riesgo, que no avanzar, es un riesgo…”

Disciplina y no ponerse límites, una fórmula de futuro.