Dolores Liendo es Wealth Leader para Argentina, Uruguay y Paraguay de Mercer
Participará en la VII Cumbre Iberoamericana del Seguro que se celebrará el 4 y 5 de octubre en Montevideo (Uruguay)
Dolores Liendo es Wealth Leader para Argentina, Uruguay y Paraguay, de Mercer. Traducido: se dedica a escuchar, y entender, los desafíos de las organizaciones clientes de su compañía para proponerles soluciones. Muchas veces vinculadas a productos de seguros, o financieros. Considera que uno de los objetivos prioritarios de las organizaciones tiene que ser conseguir el bienestar de sus colaboradores “en un sentido holístico, incluyendo aspectos físicos, emocionales, sociales y también financieros” para retener talento, “y generar “engagement”. Porque trabajadores felices es lo que genera organizaciones felices. Aunque pueda sonar a poesía, mi experiencia evidencia que el abordaje holístico del bienestar de los colaboradores está hoy dentro de las prioridades de los líderes de Recursos Humanos de las principales organizaciones del mundo y de Latinoamérica”.
Abogada de formación, su relación con el mundo asegurador le viene de pequeña. Su padre, Claudio, trabajaba en una aseguradora y traía a la mesa del comedor familiar los disgustos y las satisfacciones de su empeño laboral, “fue entonces cuando empecé a sentir fascinación por el trabajo de los actuarios y las proyecciones”. En realidad, cuando empezó a trabajar en un estudio de abogados ya lo hizo colaborando con compañías de seguros. Y, cuando entró en su primera compañía aseguradora, y le ofrecieron trabajar en el departamento legal, o en el de siniestros, “obviamente elegí siniestros, quería conocer y aprender el funcionamiento del corazón de cualquier compañía de seguros”
Momento desafiante
Para Dolores Liendo “el envejecimiento mundial de la población y la crisis de los sistemas previsionales, hablando en términos macro, motiva a las organizaciones a tomar más conciencia sobre la importancia del ahorro privado y la previsión futura, y les hace entender su compromiso social con la necesidad de ofrecer a sus colaboradores herramientas para su bienestar futuro, más allá de la compensación económica pura y dura”.
Hoy, el 60 % de las empresas argentinas y el 36% de las empresas de Uruguay ya contemplan planes privados previsionales para sus colaboradores, según los estudios de Mercer. Es cierto que los porcentajes responden a coberturas para directores, “managers” o altos responsables de las organizaciones “pero cada vez estos planes se hacen más inclusivos e incluyen a más niveles”, según Liendo. Posiblemente porque también cada vez son más los colaboradores que, ante una oferta laboral, se preguntan cuál es la política ESG de las empresas “y toman su decisión en función del compromiso de la organización con su vida familiar, social y con su futuro”
La crisis de los sistemas previsionales es muy generalizada en el mundo, en Latinoamérica Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay están actualmente inmersos en la reforma de sus sistemas previsionales, y aunque la edad de jubilación se encuentra en el epicentro de esas revisiones; “no habría que olvidar que en la sostenibilidad también intervienen otros factores como la cantidad que se aporta y la informalidad de muchos empleos que, al no estar registrados, no colaboran al fondo común”
Dolores Liendo defiende en el marco de esta coyuntura que “hoy las personas llegan a los 60 años en plenas facultades y más allá de que legalmente no se le pueda instar a su jubilación, las organizaciones tienen que poner en valor todo aquello que pueden aportar. No hay que reducir el concepto de inclusión de la diversidad a cuestiones de género o de orientación sexual, sino también de diversidad generacional”.
Intención y capacidad
En función de su experiencia profesional, Dolores Liendo defiende que las aseguradoras tienen, en general, un gran compromiso social “lo demuestra cómo están adecuando sus soluciones al contexto, pero se trata de una actividad altamente regulada y sus intenciones se ven muchas veces mediatizadas por sus capacidades intelectuales, tecnológicas y, como no, los marcos jurídicos, que evolucionan a otro ritmo del que lo hacen la realidad y las necesidades”
Y en ese “gap” valora los objetivos de las iniciativas de La Alianza del Seguro y las Cumbres Iberoamericanas: “la Alianza del Seguro desafía a las organizaciones mostrando dónde nos gustaría estar y se trata de que esas organizaciones adopten, en su propia medida, esos objetivos. Las organizaciones y el Seguro son seres orgánicos, son personas, y los compromisos individuales son los que posibilitan el cambio”.
El juego de la Oca
En el perfil profesional de Dolores Liendo se destaca que es una persona orientada a objetivos, aunque hablando con ella el concepto “objetivos” tiene una dimensión mucho más amplia que el tradicionalmente económico y finalista “creo que cada día se puede mejorar. Es cierto que, como decimos en Argentina, es el juego de la Oca; hoy avanzamos cinco casillas, para mañana retroceder dos, pero lo importante es el balance final. El éxito de un negocio es una rentabilidad que está asociada a un impacto positivo dentro y fuera de la organización, dentro y fuera del país”. Y sonríe, con la tranquilidad que le da el creer firmemente en lo que hace y poner en ello el corazón. “Dentro de diez años quiero ser mejor de lo que hoy soy”
En Montevideo en octubre
Su experiencia y éxito en su devenir laboral convierten a Dolores Liendo en una de las voces más autorizadas para aterrizar, al entorno asegurador y organizacional, el reto individual, social y económico que plantea el incremento de la esperanza de vida (longevidad). El tema que la socióloga Alejandra Nuño planteará en una de las sesiones de la VII Cumbre Iberoamericana del Seguro que se celebrará en Montevideo (Uruguay) los días 4 y 5 de octubre y que organiza La Alianza del Seguro. Su calidez humana y capacidad para aplicar métodos disruptivos, como las metodologías ágiles, para conseguir objetivos y desarrollar proyectos, valorizan sus prospecciones de futuro. Seguro que sus aportaciones despertarán el interés de los asistentes a la Cumbre.
Anna Muñoz